jueves, 21 de febrero de 2013

8 - El Mar Aral en Peligro de Extinción.

El mar de Aral era  mar interior, situado en Asia Central.

Antiguamente uno de los cuatro lagos más grandes del mundo, con una superficie de 68.000 kilómetros cuadrados, el Mar de Aral se ha ido reduciendo desde la década de 1960, después de que el caudal de  los ríos que lo alimentaban fueran desviados por los soviéticos hacia regadíos para crear zonas de cultivo en Asia Central. Desde entonces las aguas no han parado de bajar y en el día de hoy está a menos del 10% de su tamaño original. Este hecho se ha calificado como uno de los mayores desastres medioambientales ocurridos en la historia reciente.


Debido a los trasvases de agua desde los ríos que en él confluyen, su superficie se ha ha ido reduciendo de manera drástica, aunque oscilante, desde los años 1960, cuando se empezó a desviar agua de los ríos Amu Daria y Sir Daria para regar cultivos.

Además, como resultado de pruebas armamentísticas, proyectos industriales y vertidos de residuos de fertilizantes en el mismo siglo, el mar tiene un alto índice de contaminación.

La superficie del Mar de Aral se ha reducido actualmente en un 60%, y su volumen en casi un 80%.

En 1960, el Mar de Aral era el cuarto lago mayor del mundo, con un área aproximada de 68.000 kilómetros², y un volumen de 1100 kilómetros³.

En 1998, ya había descendido hasta 28.687 kilómetros², el octavo lago del mundo.

Durante el mismo intervalo de tiempo, la salinidad del mar ha aumentado desde alrededor de 10 g/l hasta unos 45 g/l.

En 1987, la disminución progresiva del nivel de las aguas acabó dividiendo el lago en dos volúmenes de agua separados, el Mar de Aral Norte y el Mar de Aral Sur, éste último dividido a su vez en la porción central y la porción occidental.

Aunque se construyó un canal artificial para conectar la parte norte y la parte sur, la conexión se había perdido ya en 1999, debido al cada vez más acusado descenso de las aguas.

El Mar Aral está dejando enormes llanuras de sal, que producen tormentas de arena, que llegan a sitios lejanos como Pakistán y el Ártico, y que hacen los inviernos más fríos y los veranos más cálidos


. Uno de los intentos de mitigar estos efectos consiste en la plantación de vegetación en el antiguo fondo del mar, ahora tierra firme.


En el verano de 2003, el Mar de Aral Sur estaba desapareciendo más rápido de lo que se había previsto. La superficie está ahora tan sólo 30,5 metros sobre el nivel del mar (3,5 metros más baja de lo que se había previsto a principios de los años 90), y el agua tiene una salinidad 2,4 veces mayor que la del océano.


En las partes más profundas del mar, las aguas más bajas tienen mayor concentración de sal que las superficiales, conformando dos tipos de agua que no se mezclan entre sí. Por esto, sólo la parte superficial del mar se calienta en verano, y ésta se evapora a mayor velocidad de lo que cabría esperar.


El ecosistema del Mar de Aral y de los deltas de los ríos que confluyen en él está prácticamente destruido, en gran medida por la altísima salinidad. Además, la tierra en torno al mar está muy contaminada, y las personas que viven en la región sufren de escasez de agua dulce, unida a problemas de salud diversos.


La contracción del mar ha dejado extensas llanuras cubiertas de sal y de productos tóxicos, que son arrastrados por el viento a las zonas habitadas. La población cercana al Mar de Aral presenta una incidencia elevada de ciertas formas de cáncer y enfermedades pulmonares, entre otras patologías, posiblemente debidas a cambios en el ADN. Los cultivos tradicionales también están siendo destruidos por la sal que se deposita en la tierra. La ciudad de Moynaq en Uzbekistán tuvo en el pasado un puerto bullicioso y una industria pesquera que daba empleo a unas 60.000 personas. 

Actualmente, la ciudad dista muchos kilómetros de la nueva costa. Los barcos pesqueros se encuentran varados en tierra sobre las llanuras que una vez fueron fondo del mar. Muchos de esos barcos llevan más de 20 años abandonados. La única empresa pesquera que queda en la zona se encarga de importar pescado desde el océano Pacífico, a miles de kilómetros.


Durante 2010 a 2012 se ha llevado una faraónica labor de recuperación del mar de aral, se están mejorando los sistemas de riego, e incluso se esta planteando el trasvase de agua de algún río de Siberia.


Se espera que en 2014, la orilla del Mar de Aral Norte llegue de nuevo a la ciudad de Aralsk, aunque no es algo totalmente seguro.


Actualmente la orilla se encuentra a unos 25 kilómetros de distancia de la ciudad, cuando antes estaba a 100 kilómetros. No obstante, existe cierto escepticismo acerca de que el lago vuelva a llegar a Aralsk en 2014.


Entre 2005 y 2006, el dique propició que el nivel del agua subiera a un ritmo inesperado. Pero desde entonces la mejoría parece haberse estancado.


Hoy, el Aral Norte cubre 800 kilómetros cuadrados más que hace 4 años.


Para los científicos de la NASA, la velocidad de recuperación incluso supera las expectativas, aunque el dique eliminó las posibilidades de recuperar la parte sur, situada en Uzbekistán.


Con todo lo triste que resulte, el lugar, puede resultar un atractivo turístico para viajeros intrépidos, un lugar de aquellos que encuadran en la categoría “de otro planeta”, aunque lamentablemente es el nuestro.

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